Félix Cesario*
En Honduras -paisaje sin posibles salidas- nos tomaremos
este artículo para mencionar a los intelectuales (hablando seriamente), los
hombres de letras, que han escrito obras que han trascendido más allá del patio nacional y que, a pesar de que sus obras fueron escritas en las primeras décadas del siglo y del
milenio pasado, aún perdura la exquisitez de la musicalidad de sus
versos, la fluidez y la armonía de su prosa de estructura brillante.
Honduras “país de Escritores y de escribidores”, es la cuna de poetas, cuentistas y novelistas que han dado gloria a la patria;
esto no está en duda, su dilatación en el tiempo y el espacio lo ratifican y,
en el mayor de los casos, su dimensionalidad
mas lo perdurable de uno que otro fragmento –los gustos varían – de un
poema, un cuento o de una novela, que se han transmitido de boca en boca, de generación en generación hasta el sol de
hoy, se siguen repitiendo ¡Eso es Literatura!, lo demás es nada, eso nada más.
Lo censurable, lo cuestionable de los literatos (Aquí
está el ¡Pero!), de los intelectuales hondureños es que su literatura hiede a
palacio, a Secretarías de Estado, por donde pasan dejan el tufo del mandamás de
turno; entre ser intelectuales libres, decidieron ser esclavos del fondo de los
reptiles que impuso el político alemán Otto Von Bismarck para que los y las
periodistas hablaran, solamente cosa y hechos bellos de la cancillería prusiana.
A propósito, el periodismo como actividad humana, cuya
finalidad es informar, educar, para transformar una sociedad; no es menos cierto que en sus orígenes, los
grandes intelectuales fueron gacetilleros,
¡y de los buenos!….¡EXELENTES¡, pero tampoco es menos cierto que el Periodismo es literatura,
los grandes escritores ejercieron ese
oficio, fue por esa razón más la autocensura que, las y los periodistas
arrastran este lastre; no de escritores de poesía, cuento o novelas, sino, de crónicas o reportajes a cambio del servilismo
seductor que la paga produce que también hieden al gobernante de turno.
Es saludable y gratificante que no todas y todos los
periodistas están estigmatizados por la
corrupción gubernamental, hay muy o
pocas excepciones pero, de los dedos de una mano tres o cuando menos dos, de
allí para adelante son seducidos por el poder. En regímenes tiránicos
militares, no se les reprimen ni se les censura, se les atrae. En gobiernos democráticos se les elogia con
el titulo de: EL CUARTO PODER que a decir verdad no es más que el PODER DEL
CUARTO del fondo millonario de la publicidad y otras prebendas con que les
compran las conciencias y la verdad a cambio de que le mientan al pueblo.
La diferencia está, entre la prensa radial y televisiva entre
los poetas, cuentistas, en el género novelístico; en esta temática – la novela
– salvable unos tres, los demás son mas hojas que tamal; la desemejanza es que
en el periodismo, la escritura
noticiosa aunque sea un hecho veraz,
es redactado de manera banal y en la mayoría de los casos de acuerdo a la paga
palaciega; en cambio, un poema, un cuento es imaginación es, la potestad de la palabra vuelta realidad objetiva; la novela lo es
solo si es biográfica. Pero en ambos casos los autores y actores están
manchados de la paga gubernamental o de algún politiquero de turno.
Parece que algunos intelectuales le temen pavorosamente a
la LIBERTAD; históricamente se les ve siempre a la sombra repulsiva y
fantasmagórica del alcaldillo de pueblo, del caciquillo rural y casi siempre
del huésped momentáneo de casa presidencial y, en muchos casos del estado mayor
de la fuerzas armadas. Esta es historia tristísima y servil de los
intelectuales hondureños, mismos que olvidaron que primero es ser Hombres y
después lo demás.
Lo aquí afirmado es comprobable, solo sígales la
huella; a los intelectuales les gusta la
egolatría, el boato, la ostentación y hasta el hartazgo, se negaron y se niegan
a sí mismos para ser otros, al servicio
de politicastros del poder, pese a su valía literaria. Esta peste de estar a la
sombra del poder es hereditaria, viene de generación en generación, hasta llegar
a la actual; la vanidad y la banalidad intelectual hondureña no tiene cura,
siempre hemos sentido asco, por ello glorificado sea Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)
es uno de los pocos libres y …hombre. y después Poeta y de los de siempre.
*Felix Cesario (1944): Poeta y Periodista. co-fundador de la Revista FRENTE y del periódico TRIBUNA SINDICAL, ambos órganos de divulgación del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (SITRAUNAH). Docente de la Escuela de Periodismo en la UNAH por más de 15 años. Actualmente es columnista de Diario TIEMPO.
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