Félix Cesario
Hace
miles de años un hombre llamado el Galileo en una de sus advertencias, dichas
en parábolas, dijo más o menos lo siguiente: “Dejad que los niños vengan a mí,
porque de ellos será el reino de los cielos. Y es que el tema del éxodo de los
niños es tan antigua que la misma humanidad. Herodes, el primer ser
exterminador de los niños antes y durante el nacimiento del Nazareno, mandó,
ordenó criminalmente a pasar por degüello a todos los recién nacidos, de días
de nacidos hasta la edad de dos años. Los recién nacidos emigraron con sus
padres o los escondieron en otras regiones huyendo de la criminalidad del
Estado, del poder. Desde aquí comienza la emigración y la historia de las y los
inmigrantes.
Cuenta la leyenda que en Brasil, un continente
dentro de otro continente de América del Sur, -esa es mi opinión-; existió,
antes y después de la invasión española, una tribu en donde se destacaban las
amazonas, mujeres que concebían hijas, no varones, si era macho, lo mataba, si
era hembra la cuidaban y educaban para el uso del arco y la flecha; según
cuentan, esas mujeres se apuntaban el seno izquierdo para mejor puntería y
manejo del arco y lanza. Como vemos los niños son vistos como objetos,
destructibles y reemplazables.
En
la era del industrialismo, de 1830 en adelante, en Inglaterra, se da la
“desintegración familiar” puesto que los matrimonios, por la necesidad de
adquirir productos de las fábricas, se vieron en la necesidad de trabajar ambos
(hombre y mujer), dejando a los niños y niñas en cuidado de casas encargadas
del cuido de infantes que no eran sus hijos. Podemos afirmar, sin temor a
equivocarnos, que desde esta época surgen los denominados Casas de cuidado de
niños y niñas o kínder. Si hay algo que le ha hecho tanto daño a las sociedades
es lo económico, agregándole que los seres humanos padecemos de una enfermedad
llamada avaricia, deseamos y compramos mercancías que quizá no necesitamos, por
ello afirmo que rico no es el que más cosas u objetos posee, sino el o los que
menos necesitan para ser felices. Por ello y desde entonces los niños son
mercancía de la sociedad en cualesquier país.
En
tiempos de la Alemania Nazi, en la era de Hitler, los niños judíos o adversos
al Fulher eran sometidos a vejámenes y cuando menos a la muerte, y no estamos
hablando de unos cuantos, estamos relatando que eran miles de miles. En tiempos
del tirano Francisco Franco los niños eran adoctrinados en las falanges para
honrar y ensalzar al déspota; hubo actos públicos que los y las niñas se
soltaban a llorar de puro pánico; recuerdo lo relatado por el dramaturgo,
teatrista y escritor Arrabal, en carta enviada al autócrata Franco le relata
como la famosa poeta Sor Juana Inés de la Cruz, huyó de su patria, como también lo hizo Arrabal,
caminando distancias por desiertos y hielo para asilase en Francia; estos dos
ejemplos glorias de la literatura española es el mejor testimonio de cómo el
monarca utilizaba a los niños y niñas. Recomiendo este libro “Carta al Gral.
Franco; de Arrabal, quien lo lea se le encogerá el corazón de coraje o de
lastima.
Y
qué decir de la tiranía de Augusto Pinochet, en donde y desde cuando se viene
luchando por los miles de niños y niñas que fueron vendidos unos, y otros dados
en adopción a machorras o impotentes
para procrear hijos. La pesadilla de la República de Argentina padres y madres,
sobrevivientes a la barbarie de la dictadura represiva militar, los familiares
aun buscan o quiere saber qué paso con los miles de niños desaparecidos; ahí
está la memoria histórica en la plaza de mayo y sus resistencia.
En
honduras, primero desaparecieron La Junta Nacional de Bienestar Social,
fundada por la ex primera dama Doña Alejandrina Bermúdez de Villeda Morales,
acción noble pero llegó otra ex primera dama de un gobierno nacionalista y
fusionó aquella eficiente institución de y para la niñez, denominándola
Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (IHNFA). En 1996, el Congreso Nacional
legisla y crea el Código de la
niñez; ese mismo año se decreta lo que conocemos como Código de la niñez y la
adolescencia que, no es más que la incorporación de los artículos constituido
en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Todo
lo referente a la protección de la niñez y la familia lo incorporan en la Constitución
de la República, en la decretada en 1957, contemplados y ordenados en el
Capitulo IV, desde el articulo 119 hasta el 126 que manda y ordena: “Todos los
niños deben en cualquier circunstancia, ser los primeros que reciban auxilio,
protección y socorro”. Lo que está escrito en los artículos anteriores es una
belleza, pero para desgracia de la niñez
hondureña solo son palabras y más palabras.
En
honduras, país de los contrastes y supuesto, los encargados de humillar a las y
los niños son las mismas autoridades, los usan para hacer de todo y para todo,
desde usarlos como objetos en sus campañas políticas, para humillarlos a cambio
de una paga, aparecen o anuncian X o Y mercancía de una casa comercial, los
abusan sexualmente ciertos pastores, curas, maestros. En mi país, con nombre de
abismo, las niñas juegan con sus muñequitas o muñequitos humanos: sus hijos, en
mi patria los niños a sus diez años en adelante son presa fácil de los dueños
de la muerte, son banderas de las maras en su respectivos barrios
.
Por
ello, esto del éxodo hacia el sueño Americano, no es nuevo, data desde la
década de los años 50s, con el auge de las bananeras, en donde los gringos
gritaban que era más barata una mula que un diputado, y Sodoma y Gomorra se
establecieron en la ciudades de la Lima,
Ceiba, Puerto Cortes y otros campos bananeros empezó la prostitución de mujeres
de todas las edades; hoy, a falta de protección de los gobernantes de los
últimos 15 años que descuidaron o no les importó la niñez hondureña, creadores
fuentes de trabajo a sus padres, expulsándolos o excluyéndolos de colegios y
universidades. Allí y aquí está el problema descomunal, la emigración hacia el
sueño Americano, puesto que ellos crearon esta utopía y más la ayuda de gobernantes incapaces de cumplir lo
que ordena la ley “auxiliar a la niñez”, esa debió ser la prioridad, Hoy están
que “no hayan donde poner el dulce”, eso sí robando cámaras, prometiendo esto y
lo otro no saben nada del problema porque ignoran su origen.
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