Felix Cesario
No
hay duda alguna que hay muchas razones justificables que explique el fenómeno
de desarticulación, de desmovilización y
de sometimiento de las organizaciones que un día fueran beligerantes y reserva
del movimiento popular hondureño. Este fenómeno los “todólogos” lo analizan ligeramente de la
siguiente manera “tenía que ser así, porque son organizaciones corruptas y una
carga para el Estado” afirmación que tendrá una mínima parte de verdad y
muchísimas dudas del por qué se redujo a casi nada aquella rebeldía reivindicativa en pro de cada una de las
organizaciones y por ende en bien del
pueblo hondureño de hablar “por los sin voz “.
Conozco
la formación del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, SITRAUNAH, fui
miembro activo, encargado de prensa y propaganda de la organización, fundamos
con el maestro Ramón Oquelí (QDDG) la revista FRENTE y el periódico TRIBUNA SINDICAL con más de 20 años de
duración. Estos órganos de difusión eran enunciativos y cuestionativos, o a lo
dicho por el Comandante Tomas Borges “un periodismo de catacumbas” lo
ejercíamos en plena época de los desaparecidos.
El
SITRAUNAH aportó a esa infame Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) -MADE IN
USA- sangre y vidas de compañeras y compañeros con quienes soñábamos y deseábamos
un alto a la muerte. Pero no es menos cierto que desde 1985, empezaron las
pugnas entre la Cúpula de los “Imprescindibles” en los y las dirigentes
aburguesados, endiosados e insustituibles por oportunistas; centralizaron el
poder hasta con traidores consumados
comunistas ayer y traidores hoy, los que aceleraron la casi destrucción
del sindicato y los vividores de ayer, hoy son autoridades, dizque académicos en la universidad
nacionalista. Algunos de ellos sienten como pesan sus máscaras.
Asimismo recuerdo a la FUTH, Federación Unitaria
de Trabajadores de Honduras, fundada por algunos dirigentes sindicales mañosos, poseedores
de los vicios y cabildeos, muy propios de los partidos tradicionales; de esa
organización aglutinadora de organizaciones sindicales surgieron nuevos
dirigente acomodados económicamente: buenas casas , buenos carros y poder
político con el mandamás de turno: verdad “Yeto” Hernández, verdad “Pablito”,
verdad Napoleón Acevedo. La historia tiene ese elemento no perdona ni olvida,
la sociedad sí. Hay dirigentes sindicales
que hace más de medio siglo son presidentes del cascaron sindical que
ellos destruyeron.
Esto
que aquí digo fueron críticas que hice en su debido tiempo. Dije que el
movimiento se estaba burocratizando, dije que se luchara más por las conquistas
sociales y después por la económica la respuesta fue que me agredieron
físicamente y después me expulsaron; el tiempo me ha dado la razón.
El
Bloque Popular (BP) fundado y dirigido por un compañero que sin lugar a
equivocarme es el más honesto, honrado y con capacidad analítica de la
contradicciones de clases; me refiero a Carlos Humberto Reyes, esta
organización cumplió su momento histórico la historia lo dirá mañana, el Bloque
Popular da paso en el año 2009, a la fundación del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) la que
para mí ha sido un completo desastre porque fusiono lo sindical con lo que es
política tradicional su fin lo vi cuando convocaron a darle acompañamiento a
los periodista David Romero, Cesar Silva, Rony Martínez e Ivis Alvarado allí
vi el final o fracaso de los que
fundamos el FNRP.
El
movimiento estudiantil, fue otra de las combativas organizaciones populares
pero infiltradas por oportunistas y hasta por “orejas” oficiales más la muerte
brutal del compañero Marlon Rosales y el secuestro y desaparición de Roger
Gonzales y lo destruye el decreto ley firmado por la ministra de educación en
tiempos de José Simón Azcona, Elisa Valle de Martínez Pavetti el cual prohibía
la organización estudiantil a nivel medio. Tengo fe que surja nuevamente la
beligerancia estudiantil en Honduras esto es
irreversible.
Del
gremio magisterial nada nuevo pudo decir, lo saquearon dirigentes magisteriales
protegidos con la bandera del partido tradicional en el gobierno, lo mismo que
muchos políticos. En los gremios magisteriales ha tenido buenos y hasta
honrados dirigentes. No podemos olvidar la beligerancia y la inyección clasista
que aportó el compañero Sergio Rivera en su periodo presidiendo el Colegio de
Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH) y actualmente Eulogio Chávez
a mi parecer es uno de los más “peleadores” defensor de sus afiliados lo demás
es bagazo. Concluyo diciendo que a la organizaciones populares se les olvido o
intencionalmente, lo olvidaron de renovar cuadros, de capacitar a las bases y de no concentrar el
poder, porque se cae en aquella sentencia “la concentración de poder corrompe
irremediablemente”. En la lucha todos y todas somos necesarios y necesarias
pero no somos imprescindibles, espero que hayan aprendido la lección. La historia
no perdona.
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