Félix Cesario
Desde
que la historia de las minas en Honduras, cuya actividad se remonta al año de
1530, los españoles en su barbarie llena de sangre de oro y plata, hicieron de
su descubrimiento de esta américa indígena una invasión, una conquista a cruz y
sangre y, en su aventura mortal y en su gula desmedida por los metales
preciosos abundantes en nuestra américa india asesinaron a más de 70 millones
de hermanos y hermanas nuestros y nuestras.
La
historia de las indias relata que, por el rescate de Atahualpa, en Lima Perú, los
españoles exigieron mil quetzales de oro. También, la historia relata que el
desaparecimiento de 200 mulas cargadas de oro para el rescate de Moctezuma; leyendas,
historia o ficciones, esto que aquí relatamos, fue y es motivo de que nuestra
américa criolla sea vista como veta de oro puro. Nuestro país Honduras, con
nombre de mina o abismo, fue, es y será objetivo de los aventureros para
saquearla, con el visto bueno y complicidad de los gobernantes de los dos
partidos tradicionales que han degenerado el concepto de soberanía y democracia; entregaron las riquezas del
suelo y del subsuelo nacional a las trasnacionales, desde el año 1876, veamos
por qué decimos lo siguiente.
En
el gobierno del no sé por qué reformador” Dr. Marco Aurelio Soto quien, para mi
opinión personal después de haber leído la historia, es en la denominada Reforma
Liberal en donde comienza el entreguismo
de los recursos minerales y acuíferos en lo que podemos denominar La
explotación capitalista de la minería en Honduras. Espero que las generaciones
presentes y venideras no olvide esto que aquí afirmó y firmo.
El
señor Aurelio Soto, con el cuento de modernizar el Estado, que la industria
agro–minera-mercantil , dio paso a la penetración y expansión de lo que hoy se
conoce como el enclave bananero; ya que uno de los decretos de la constitución
de 1880, da lineamientos y las
justificaciones para que se conociera
legal Constitucionalmente ese término muy
en boga hoy en día: inmigrantes
para que “pueblen y colonicen las tierras desiertas” y algo más que deben saber
los hondureños y hondureñas es como este gobernante que se insinuaba ya lo que
se conoce como Ferrocarril Nacional , con esta contrata el imperialismo y con, El
Reino Unido, el empréstito sirvió para que comenzara la corrupción en Honduras;
caso que la historia recoge como el escándalo del ferrocarril.
El
Dr. Marco Aurelio Soto, en su primer periodo autocrático, ya que, fue impuesto por el gobernante guatemalteco de ese entonces Justo Rufino Barios a que, viniera a gobernar
a los hondureños (las imposiciones no son de ahorita ni mucho menos los
gobernantes extranjeros) ¿lo dudan? Mire ese Dólar hondureño en donde se lee
“isla del Tigre y ciudad puerto de
Amapala en donde inauguro su gobierno el Dr. Soto”. En su primer periodo
presidencial, decíamos que solo se conocen tres códigos; al menos son los más
sobre- salientes: Código de Minería, Código de Instrucciones Públicas y
municipalización de los cementerios y punto.
Es
bueno aclarar que en cuanto al código de instrucción pública, el Dr. Soto no
hace más que hacer suyos lo decretado por
El maestro político y paladín centroamericano Francisco Morazán, un
ilustrado en la universidad de la vida, no solo mando a que la enseñanza fuera
publica obligatoria gratuita y popular; también son suyos los decretos de: Libertad
de culto, Estado Laico, el divorcio y el más hermoso y digno código de Ética dictado en su testamento. Así
es que eso de la reforma liberal o la
modernización estatal de que hablan tanto las y los nacionalista no son más
que, actos repetitivos y delictivos de
los dueños del partido liberal como los del Partido Nacional. ¿Por qué decimos Nacional? Me explicare mejor para concluir estos
apuntes al margen de la historia.
En el año de 1878, el propio presidente Soto y
su ministro de guerra Enrique Gutiérrez, oriundo de la zona minera de Valle de
Ángeles, iniciaron arreglos con Washington Valentine o pronúncielo a lo
hondureño (valentía, les suena el apellido Callejas- Valentine) ¡claro que sí!
ese mismo que está pensando es; y también recordemos que en 1880, el presidente
Soto firmo en Washington el tratado minero en donde, el gobernante Marco Aurelio Soto con asesores
que, allá por el año de 1900 en adelante ,formarían el partido nacional.- en
este tratado el mandatario Soto era el mayor accionista y, por tanto el más
beneficiado; así mismos los gobernantes liberales y nacionales, son los que se
agencian ganancias, entre tanto el hondureño vive en la miseria y en la
indigencia.
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