Félix Cesario
Después
de Paulino Valladares, primero y de Alejandro valladares después, quienes desde
la página Editorial, del Diario EL CRONISTA, que hasta 1976,fue el diario que
desde sus editoriales, en ese momento, forjaron y formaron conciencia nacional,
a grado tal que la historia y los educadores de la comunicación, así como la
generaciones políticas, gremiales politiqueros y militares aún recuerdan -y
recordaran- las y los futuros conciudadanos que gusten de tener una real visión
en el quehacer de la realidad nacional.
Después
del diario EL CRONISTA, digo, solamente los Editoriales de DIARIO TIEMPO son
brújula de la realidad nacional e internacional que, orienta de manera
ponderada y les señala a la hondureñidad que y por qué se efectúan esa vorágine
o esa modorra de la política muy folclórica y aldeana en Honduras, mi patria
–que amo hasta el delirio. La opinión del diario que se lee primero, por la
colectividad, así como por politiqueros, empresarios, organizaciones
sindicales, campesinas, así mismo por los gremios magisteriales ven en el
artículo de fondo de TIEMPO, el equilibrio opinativo sobre de alguno de los
tantos temas álgidos de la realidad nacional.
Aunque
es bien sabido que, el Editorial, nunca va firmado en ningún periódico del
mundo, el mismo responde la Dirección ejecutiva de cada periódico, y hasta
donde mi conocimiento me auxilia esta decisión se acordó en Estados Unidos de
Norte América desde 1734 cuando se libra en ese país del norte el primer juicio
político-económico en contra de editor y editorialista-por así decirlo: John
Peter Zeuguer, editor del periódico de aquel entonces en las 13 colonias o
estados federados que era USA, en el año ya mencionado y lo que es hoy el
imperio del mundo occidental.
Digo
lo anterior porque es un secreto a voces y a grito popular que, el generador de
opinión editorial de DIARIO TIEMPO es Manuel Gamero, lo he escuchado entre el
pueblo, en las manifestaciones populares, entre hondureños con un nivel
intelectual superado, lo oigo en los cafetines, lo repiten los estudiantes; es
muy corriente que, ciertos catedráticos universitarios impongan trabajos de
análisis económico social con la advertencia “leer e interpretar los editoriales
de diario TIEMPO ”; y más reiterativo en los futuros comunicadoras y
comunicadores de la ESCUELA DE PERIODISMO de la UNAH.
Es
decir que los lectores tienen “olfato de animal como afirmara el viejo y eterno
Karl Marx “y que fusionan, por así decirlo a Manuel Gamero con diario TIEMPO,
lo que me obliga a preguntarnos…cuantos editoriales habrá escrito Manuel Gamero
desde los años 80s al día de hoy. De lo que si doy fe que, este educador del
pueblo ha calado y clarificado presente y futuro de la conciencia nacional.
En
lo personal siempre he admirado a Manuel Gamero y en ciertos días me han
entrado los deseos de ser amigo de él, por sus posturas ponderadas en educar y
hacer conciencia nacional; aunque debo aclarar que solamente lo medio he
tratado do o tres veces en mi vida y lo contare hoy, que ya supere las crisis
económicas y mentales a lo que me sometieron los que les ofende la verdad, a
quienes les es difícil que un ser piense. En un momento que no tenía para
comprar NADA para mis hijos el recordado y amado Abogado Carlos Villar Rosales
me dijo vaya a donde Manuel Gamero dígale que yo lo recomiendo y fui, las
oficinas de TIEMPO estaban en y por la calle la fuente pedí a la secretaria
verlo y me recibió, estaba inclinado escribiendo a pluma y fumando un habano le
plantee y le dije que deseaba un trabajo de vender publicidad y su respuesta
fue cortante dijo “no puedo ayudarlo”.
La
segunda vez que nos saludamos fue, en la residencia de la embajada de los
Estados Unidos de Norte América - fui invitado no sé por qué- pero acudí porque
pienso que lo cortés no quita mi ideología definida por comprobar si en verdad
estaba marcado como subversivo para no poder entra a esa nación del norte, y
efectivamente lo comprobé al momento de poner mi huella en una mini pantalla de
seguridad, Estoy -gracias a DIOS – marcado. Salude a Manuel Gamero y a los
todos colegas asombrados por mi presencia y ante las atenciones que gentilmente
me dispenso el embajador de cual ya olvide su nombre pero ahí estará la foto de
la histórica reunión.
Sigamos
adelante don Manuel Gamero emborronando cuartillas o gacetillas, le historia
dirá su nombre y talvez no le entre la mala tentación que a veces nos agobia y
digamos como lo dijo el gran libertador “he arado en el mar “; el periodismo
nacional algún día nos absolverá del olvido, Pase usted maestro Manuel Gamero,
la historia lo saluda.
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